domingo, 22 de enero de 2017

Daño interior

Convivir no es nada fácil. Durante nuestro camino, nos encontramos muchas personas que tratan de hacer daño a nuestras vidas por diversos motivos: envidia, ser distinto, no ser comprendido, vestir de forma diferente, hacer lo que no hacen los demás... ¡ La convivencia se vuelve imposible ! Se utilizan bruscas palabras y hacemos a los demás tanto daño, que es difícil perdonar.
Algunas vez te has preguntado, ¿qué sentirá esa persona si le insulto o le humillo? En muchos casos, los daños no se ven por dentro y parecen no repercutir, pero todos tenemos nuestro corazoncito, un interior que puede ser alterado por personas que no tienen escrúpulos y que deben entender que las feas palabras hacia los demás y las acciones con desprecio, algún día podrán volvérseles en su contra.

Hagamos este experimento para reflexionar:
- Todos en círculo sentaros alrededor de dos manzanas exactamente iguales.
- Una de las manzanas debe dejarse caer sin estropearse.
- Por turnos, debemos describir las dos manzanas: 1. A la que fue lanzada, podríamos propiciarle cualquiera de estas cosas: insultarla, pincharla, hablar mal de ella, ponerle feas caras... 2. A la otra por el contrario, se le debe abrazar, besar, decir bellas palabras...
Cada uno realizará una cosa fea y bella a cada una de las manzanas.
- Al finalizar los turnos, abriremos la manzana por la mitad, se dejará en el suelo y observaremos qué le ha ocurrido en su interior.

Aunque por fuera eran iguales y aparentemente ninguna manzana sufrió cambios por las cosas feas o bellas que se les dijo o hizo... ¿qué le ha ocurrido a su interior?
CUIDADO con lo que hacemos o decimos, todos tenemos un corazoncito. Si no cuidamos el de los demás, recuerda que cualquier día te puede tocar sufrir las consecuencias que tú provocastes.
Cuando hacemos daño, nos hacemos daño a nosotros mismos

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