La práctica de la relajación resulta muy útil en muchas situaciones de la vida diaria.
Hay
ocasiones en las que nos ponemos nerviosos:
- Cuando
nuestros padres nos regañan.
- Cuando
tenemos que pedir un favor.
- Cuando
los profesores nos preguntan la lección.
- Cuando
algún niño/a se mete con nosotros.
Algunos
niños/as notan que sudan sus manos. Otros notan que les tiemblan las piernas, o
que su corazón late deprisa.
¿Qué
notáis vosotros?
Lo que
suele ocurrir cuando estamos nerviosos, es que tensamos algunos músculos de
nuestro cuerpo.
¿Sabéis
lo que quiere decir tensar?
Tensar significa
que hacemos mucha fuerza con uno o más músculos de nuestro cuerpo. Imaginar que
cogemos una goma y la estiramos, entonces esta tensa, si la soltamos se quedará
floja, “relajada”. Relajar es lo contrario de tensar. Relajar significa
que no hacemos ningún tipo de fuerza con los músculos, que los dejamos sueltos
y estamos tranquilos.
Dicho
esto, si el problema es que a veces notamos "alta tensión", lo que
debemos saber es cómo relajarnos:
1.
Extiende los brazos sobre la mesa.
2.
Durante 5 segundos e inspirando, aprieta los puños sintiendo la tensión del
brazo (los más pequeños flexionan el brazo "sacando" bíceps).
3. Pasado
ese tiempo, expira y abre la mano para notar la relajación en todo el brazo
(los pequeños dejan caer los brazos hacia abajo).
*Repite
esto 5 veces.
Te reto:
¿no eres capaz de hacer esto cuando te enfadas, te sientes nervioso o tu
corazón se acelera?
Seguro
que puedes utilizarlo en esos momentos. Piensa que lo haces cada día con tu
vejiga cuando te vas a hacer pis: la vejiga se contrae para no dejar pasar el
pis. ¡Qué relajadita queda cuando llegas al váter! 😂